En el fútbol hay derrotas y derrotas. Todas ellas tienen en cierta manera una conclusión similar, pero hay algunas que son más dolorosas que otras. Cuando tu equipo pierde puede ser sinónimo de muchas cosas, pero en todas ellas se deja pasar una oportunidad para dar un paso hacia delante. En el caso del Wigan Athletic la derrota de esta noche es un duro palo, durísimo. El equipo de Roberto Martínez, en plena lucha por no descender, veía en su partido ante el Swansea una vía de escape ante la salida de los puestos que cubren el descenso. Tal vez por A o por B, este año los latics están viendo como salir de las últimas posiciones y acabar consiguiendo la permanencia está siendo demasiado duro. El DW Stadium sabía de la importancia del partido, y de esta manera con nerviosismo y apoyo fueron a ver como el Wigan Athletic, una vez más, jugaba una final contra el rival y contra si mismos.
Según comenzaba el partido y se desarrollaba el primer tiempo, pocas personas podrían augurar cual sería su desenlace. Y es que el Wigan Athletic a lo largo de esta temporada está dejando cosas dignas de admirar, tanto a nivel individual de sus jugadores como a nivel colectivo del equipo. La lucha de Shaun Maloney y el como se echa al equipo a las espaldas. la estelar aparición de Callum McManaman para ayudar a sus compañeros a pensar que la permanencia es posible y llegar a una final de FA Cup. El temple de James McCarthy como medio centro, mostrando el gran futuro que le depara el fútbol. Y ante todo la cordialidad, entrega y lucha de su entrenador, Roberto Martínez. Y es que el equipo de fútbol, acaparado por el equipo de Rugby, desde hace ya algunas temporadas viene mostrando la misma imagen, la de llegar al final para acabar permaneciendo sufriendo. Justo o injusto, el equipo siempre acaba salvando los papeles y su entrenador (muy bueno) siempre acaba cumpliendo el objetivo primordial: la permanencia. Esta temporada todo se ha torcido para ellos. Las lesiones, los malos resultados y el sentir no es el mismo, y eso se nota en el equipo cuando juegan. Nivel tienen de sobra para conseguir salvarse, pero las sensaciones no son las mismas que otros años.
En su partido en casa frente al Swansea, los fallos defensivos y el nerviosismo de la situación es lo que les ha condenado a perder por 2-3. Hay una imagen que resume perfectamente el sentimiento del equipo, y es que en el minuto 76 tras una cadena de errores Tiendalli hacía gol para el Swansea. Los jugadores del Wigan en aquel momento eran enfocados, la mayoría cabizbajos, no creyendo en lo que podían hacer lo que restaba de partido, casi derrotados y con la sensación de que era mejor tirar la toalla. Si algo ha tenido este equipo desde que se juegan todo por el todo en las rectas finales de temporada es corazón, un corazón que tienen que mostrar ahora más que nunca. El fin de semana se enfrentan al Arsenal en el Emirates Stadium (a los que ya ganaron la temporada pasada en una situación similar), y juntando esa jornada les quedará 2 partidos de Premier League por disputar (el otro en una jornada final de muerte ante Aston Villa) . A tres puntos para alcanzar al equipo que tienen arriba (ellos 35 puntos-Newcastle 38 puntos), el equipo de Roberto Martínez tiene la misión de conseguir despertar y alcanzar lo que han conseguido temporadas atrás. ¿Es complicado? Sí. ¿Es imposible? No. Todo pasa por el partido del fin de semana ante el Arsenal, y este equipo ya nos tiene acostumbrados a estas machadas (no tan drásticas, pero si similares) , y se puede decir con total seguridad que no darán la espalda a la permanencia, porque así lo han hecho durante todos estos años y así lo seguirán haciendo.