Lo hacía oficial el Stoke City el martes 21 de mayo del 2013. Tony Pulis dejaba de ser entrenador del equipo inglés tras haber finalizado la temporada 2012/2013. Ni más ni menos que 7 años han pasado desde que el entrenador inglés se pusiera al cargo de este equipo en junio de 2006. Desde entonces 333 partidos ha llevado a sus espaldas un entrenador peculiar ligado a un equipo particular. 122 victorias-98 empates-113 derrotas son los números que muestra este entrenador en su segunda etapa con el club que más le ha visto jugar a un fútbol que no dejaba indiferente a nadie. Y es que ya en su primera etapa en el Stoke City, que duró 3 años, desde 2002 a 2005 el entrenador galés ya había jugado un total de 131. En esta primera etapa sus números fueron 47 victorias-32 empates-52 derrotas. Pero si por algo será recordado es por su segunda etapa, por la que convirtió a su equipo en un estandarte mundialmente reconocido.
Algunos criticaban al equipo por su forma de jugar, otros lo elogiaban y pensaban que un equipo así tenía que existir sí o sí en el fútbol. No había nadie que tuviera una forma de pensar en un punto intermedio, pero si algo era real en este equipo es que englobaban todo aquello que tiene el fútbol y lo que le hizo grande. El equipo de Pulis no escatimaba en jugar con el balón raseando el terreno de juego, preferían divertirse con balones por arriba, corriendo a por el para rematarle de cabeza. El fútbol antiguo, el que se levantó en Inglaterra y fue evolucionando año tras año, en el que los jugadores van a balones divididos como si todo dependiera de ello, donde un despeje puede acabar siendo una clara ocasión de gol en mano a mano con el portero, donde el balón es el protagonista de una historia que nace en el suelo, se desarrolla en el aire y finaliza en el remate de un jugador. Tal era la magnitud del juego de este equipo que si por algo será reconocido es por sus temibles saques de banda laterales, donde los sacadores no hacían un simple saque de banda como cualquier equipo, sino que realizaban un centro al área. En definitiva, el Stoke City se caracterizaba por el juego físico, el balón cuanto más alto mejor y el remate por alto para finalizar las jugadas.
Entrar al Britannia Stadium no era entrar a cualquier lugar para jugar un partido. Pese a los números este estadio, con todo lo que la esencia del equipo que lo representa muestra es uno de los más difíciles de Inglaterra. Los jugadores eran los actores de un estadio que ha degustado el fútbol más antiguo que se podía ver en un fútbol cada día más moderno. Para el recuerdo quedará esta última temporada del entrenador de Wales, no por fantástica o exitosa, pero si por mostrar la esencia de este equipo en tres etapas. La primera etapa fue brillante, en el primer ecuador de la Premier League. El equipo de Pulis consiguió ser derrotado en 3 ocasiones en el primer ecuador, encadenando 10 partidos consecutivos sin perder para cerrar el 2012. La segunda etapa conllevó una caída en el equipo. Con el inicio del equipo toda la buena imagen de equipo sólido se disipó, y el equipo inglés encadenó en 13 partidos 1 victoria y 2 empates, teniendo 10 derrotas en un desastroso comienzo de año que se acabaría alargando demasiado hasta las últimas jornadas. Esto hizo que el equipo se viera con el agua hasta el cuello a final de temporada. En ese momento llegó el tramo final de la temporada, la tercera etapa enseñó a un equipo que se levantó del mal trago, lucho y se sacrificó por mantenerse en la Premier League. Así, en los últimos 5 partidos obtuvo 2 victorias, 2 empates y 1 derrota. Esto hizo que el equipo respirara tranquilo y pudiera salvarse con más problemas de los que hacía ver un primer ecuador fabuloso.
El futuro de Tony Pulis es una incógnita, y el del Stoke City también. No se sabe si seguirán en la línea que han llevado desde que llegó el entrenador galés o si cambiará la forma de entender el fútbol del equipo y la entidad. Si hay algo que nos deja claro todos estos años de este equipo y este entrenador, y es que todos disfrutábamos del Stoke City y lo admirábamos a nuestra manera, todos pensábamos que Tony Pulis era un entrenador que sacaba mucho jugo a su equipo mediante un estilo arcaico. En conclusión, la Premier League echará de menos al Stoke City de Tony Pulis, el equipo que mantenía la esencia del fútbol antiguo en una selva donde cada día el fútbol es más moderno.