El mes de Wembley

Pocos estadios pueden albergar a lo largo de un mes una cantidad de partidos considerable, y más cuando hablamos de que esa cantidad de partidos son de gran importancia. Pero Wembley es un estadio que se hizo para cosas como estas, y su mes de mayo ha sido algo especial por la cantidad de fútbol que ha conseguido que se viva en la ciudad de Londres. Acabando ya el mes, el estadio nos deja muchas historias, de victorias, derrotas...risas, llantos, alegrías y tristezas. Pero al fin y al cabo nos deja las historias que va dejando el fútbol y lo que estas  repercuten en un contexto que hace especial a este deporte.

En menor medida se vivieron partidos pequeños, pero no por ello menos importantes. El 5 de mayo se jugó en este estadio un partido por el ascenso a League 2 entre Wrexham y Newport que acabó 0-2. Además de esto se dio otro partido entre equipos pequeños de la League 2 por el ascenso a League 1. Esto ocurrioó el 18 de mayo y en este partido se enfrentaban el Bradford y el Northampton. Los primeros ya son de sobra conocidos por llegar esta temporada a la final de la League Cup, pero una vez más consiguieron volver a sonar con fuerza tras ganar 3-0 en la final de Play-Offs por el ascenso a League 1. 

Pero si hay tres partidos sobre los que centrarse en este mes de mayo en Wembley, esos son sin lugar a dudas la final de la FA Cup, la final por el ascenso a Premier League y la final por la Uefa Champions League:

Manchester City - Wigan Athletic: Este partido se jugó el sábado 11 de mayo. En lo contextual era un partido importante para ambos equipos, y no era nada más y nada menos que la final de la FA Cup. El equipo de Mancini encontraba la posibilidad de ganar un título en una temporada que había sido bastante decepcionante a nivel deportivo, y por su parte los de Roberto Martínez tenían la posibilidad de aparcar el mal momento liguero y hacer historia ganando la primera FA Cup en la historia de los latics. Y como no es menos, este partido lleno de mística y con todo lo que ello conllevaba, acabo de una forma digna a lo que las grandes noches de fútbol pautan. En el minuto 90, cuando ya apretaba el tiempo y todo apuntaba que habría una prórroga en Londres, Ben Watson marcó gol tras un saque de esquina y consiguió que su equipo ganara el partido y se coronara campeón de este trofeo. Posiblemente en los libros del fútbol de la FA Cup solo se resalte el nombre del jugador inglés por marcar gol, pero este es el premio a un equipo luchador y a un técnico, Roberto Martínez, que siempre creyó en lo que su equipo era capaz de hacer y que finalmente consiguió tras mucho esfuerzo y trabajo con una plantilla que siempre fue fiel a lo que el quería hacer.

Crystal Palace - Watford: Este partido se jugó escasos días atrás, el lunes 27 de mayo, y nada más ni nada menos que ponía en juego una plaza por la Premier League. En este caso se enfrentaban dos equipos fuertes de la npower Championship, por lo que la final de los Play-Offs  de esta categoría tenia mucha importancia para ambos conjuntos (ya no solo por lo deportivo, sino por lo económico). Ian Holloway (Crystal Palace) y Gianfranco Zola (Watford) iban con todo en la final, y pese a que el partido gozó de pocas ocasiones de gol en gran parte del encuentro, siempre tuvo ese ambiente de día especial donde cada equipo tiene su momento para soñar con el ascenso a la categoría más alta. Es complicado, pero estos pequeños partidos a veces mueven una gran cantidad de gente. En este caso más de 80000 espectadores serían testigos de las dos caras que tiene el fútbol, la victoria y derrota. El partido nos mostró un Wilfred Zaha que no solo demuestra que es una promesa del fútbol inglés, sino que ya destaca por su desborde y zancada. Y además de esto nos mostró como un jugador de casi 40 años marcó el gol que dio el ascenso a su equipo a Premier League. Hablamos de Kevin Phillips. El partido acabó 0-1 con ese gol que se consumó en el minuto 105, y el Crystal Palace se coronó campeón de la npower Championship 2012/2013.

Borussia Dortmund - Bayern Munich: En el último lugar encontramos el partido más especial del año, que se jugó el sábado 25 de mayo. No solo es el más especial por ser el partido final de la máxima competición europea, sino por todo lo que mueve consigo. A veces un partido de fútbol es mucho más que eso mismo, un partido de fútbol. Entre otras cosas todo día que presencia una final de UCL es bonito porque mueve a aficionados de todo el mundo, junta a las aficiones en torno a un mismo lugar, resalta una vez más la importancia de la pelota en nuestras vidas, y sobre todo nos recuerda porque es tan necesario este deporte en nuestro día a día. Puede parecer una tontería, pero en las grandes ocasiones es cuando más intensamente se viven las pasiones y más se realzan los sentimientos, y esta final no fue menos, por importante y bonita, por nivelada e histórica...porque dos equipos alemanes se jugaban el título más importante del año fuera de su país, e Inglaterra era el sitio privilegiado de presenciar tal hecho.

Y como tal partido no podía ser de otra forma, empezó con la grandeza que se esperaba. El Borussia Dortmund salio atrevido, intenso, mordiendo al Bayern Munich y no dejándole jugar fácil la pelota. Esto explica que el equipo de Heynckes tuviera que enviar cada dos por tres balones largos debido a la dificultad de subir con el balón jugado. Klopp hacía un buen planteamiento y conseguía que su equipo obtuviera dos cosas importantes. Por un lado Gündogan se crecía por momentos y hacía suyo el centro del campo. El alemán convivía con el fallo, pero gracias a sus pases entre líneas nutría a Reus de balones para que este pudiera conducir el balón a espaldas de los centrocampistas. Pero tras 25-30 minutos muy buenos del BVB hubo un movimiento clave en el partido, Javi Martínez dio un paso atrás y comenzó a cerrar bien las líneas de pase del equipo de Klopp. Con esto el Bayern Munich creció y comenzó a atacar con más fluidez sin enviar balones altos a sus jugadores de arriba. El jugador español recuperaba balones y hacía que Gündogan comenzara a fallar en las entregas, por lo que no solo conseguía ayudar a su equipo en todas las facetas, sino que anulaba al ejecutor y cerebro en la base de la jugada del equipo rival.

La final fue intensísima, y de las mejores que se han podido ver en muchos años. Arjen Robben tuvo varios mano a mano para conseguir adelantar a su equipo, pero una vez más falló. Aún así, si algo dejan estas finales son los momentos especiales que pueden alcanzar sus futbolistas. El holandés pese a fallar varias veces y caer derrotado, dando casi por finalizada su final, consiguió levantarse y ser el factor clave en el segundo tiempo. En primer lugar dio una asistencia para que Mandzukic adelantara a su equipo y pusiera el 0-1 en el marcador. Mas tarde Gündogan conseguiría poner el 1-1 en el marcador transformando un penalti para su equipo. Y cuando todo daba a entender que llegaríamos a la prórroga, y que se jugaría el añadido en Wembley, Arjen Robben apareció, y apareció como el gran futbolista que es, el intenso, el que decide partidos. En el minuto 88 el futbolista del Bayern Munich consiguió marcar el gol que ponía el 1-2 en el marcador y daba la Uefa Champions League 2012/2013 a su equipo. La vida ha sido dura con el jugador holandés, y es que siempre ha tenido la oportunidad de finiquitar finales, pero siempre falló: UCL 2009-2010; Mundial Sudáfrica 2010; UCL 2011/2012...pero esta vez volvió a tener una oportunidad, y no falló. Puede que el fútbol esperara hasta este día para recompensar a Robben, o puede que Robben pensara que no quería volver a perder una final que estaba en sus manos.

Este título hace justicia a una generación de jugadores fabulosa. A un equipo que pese a las constantes derrotas que ha sufrido, y haber caído una y otra vez se ha levantado. Puede que la vida en Munich no fuera fácil en estos últimos años para el equipo alemán, pero la espera les ha recompensado, reconociendo a un grupo de jugadores que han confiado en un proyecto y han sido constantes en el esfuerzo por ganar un trofeo que les llevaba esperando un tiempo: Lahm, Schweinsteiger, Ribery, Robben, Van Buyten, Müller...estos jugadores han tenido en sus manos 2 UCL, pero ha tenido que ser en su tercera final en la que hayan conseguido el reconocimiento que se merecían.

Puede que Wembley solamente sea un pretexto para escribir sobre estos partidos, o puede que haya sido este mes el que me haya invitado a escribir sobre estos días tan marcados y lo que ha ocurrido en cada uno de ellos. Al final lo que quedará será el recuerdo de estos partidos, y una vez más el fútbol me ha vuelto a demostrar que cada partido tiene su contexto, y cada contexto nos deja una historia más allá de lo que vemos.

El último capítulo

El último capítulo de un libro suele ser el que más llevas esperando que llegue. En cierta manera ese último capítulo suele ser el reflejo de un camino que has ido labrando a lo largo de un tiempo, y de una u otra manera acabas ligado al desarrollo de toda su historia, ligado a sus protagonistas y esperas al final para saber cual será el desenlace. En esta ocasión el último capítulo acaba en Wembley, donde Borussia Dortmund y Bayern Munich se enfrentan por la corona europea, y lo mejor es que en esta ocasión el desarrollo de la historia ha sido trepidante y los jugadores, que son los protagonistas de este último momento, tendrán ante sí la ocasión de encontrar la gloria en donde solo otros ven una final de fútbol.

Es complicado mirar cara a cara al futuro cuando no sabes lo que puede ocurrir, pero si algo nos han enseñado las noches de UCL es que lo impredecible es a veces lo que más ocurre, y que si algo nos deja el fútbol una y otra vez son las noches mágicas que vive este deporte. Cayendo la balanza de un lado o del otro uno de estos dos equipos saldrá victorioso hoy en Londres. El equipo de Heynckes está ante su oportunidad, la que le volvería a coronar como campeón de Europa y subiría a su equipo hasta el altar que llevan forjando durante tanto tiempo. Y es que no hay que olvidar que el Bayern Munich ha jugado 3 finales de las últimas 4 ediciones que se han disputado en UCL (contando la de este año). La generación que ha aguantado año tras año cayendo derrotados lleva esperando este premio durante mucho tiempo, y ante sí tienen una vez más la ocasión de coronar un proyecto que les devolvió el ser el equipo temible que fueron siempre. Por su parte el equipo de Klopp tiene en este el mejor momento para afianzar con más fuerza un proyecto que ha cosechado un gran número de títulos, pero que sin lugar a dudas este sería el culmen de tantos años trabajando una plantilla para competir en Europa por una final. Esta noche el BVB tiene que ir con la cabeza bien alta por la competición que han realizado, se lo merecen y han ido marcando su camino a fuego para poder defender al club en una final que para nada tendría que sorprender. Ambos equipos tienen esta noche la ocasión de no solo escribir la última página de una historia que llevan tiempo relatando, sino de sonreír por recordar el pasado y ver que el presente les ha devuelto lo que han ido haciendo.

Esta noche Londres acoge una nueva final de UCL. El desenlace de la final no lo podría adivinar nadie por mucho que se empeñara. Borussia Dortmund y Bayern Munich escriben la última página de su episodio, del último episodio que han ido escribiendo en un libro que ha dejado un montón de anécdotas. Ambos equipos tienen el mismo objetivo que solo uno de ellos conseguirá. Esta noche Wembley presencia, los jugadores tienen la última palabra y el balón es el protagonista sobre una noche mágica.

La esencia inglesa

Lo hacía oficial el Stoke City el martes 21 de mayo del 2013. Tony Pulis dejaba de ser entrenador del equipo inglés tras haber finalizado la temporada 2012/2013. Ni más ni menos que 7 años han pasado desde que el entrenador inglés se pusiera al cargo de este equipo en junio de 2006. Desde entonces 333 partidos ha llevado a sus espaldas un entrenador peculiar ligado a un equipo particular. 122 victorias-98 empates-113 derrotas son los números que muestra este entrenador en su segunda etapa con el club que más le ha visto jugar a un fútbol que no dejaba indiferente a nadie. Y es que ya en su primera etapa en el Stoke City, que duró 3 años, desde 2002 a 2005 el entrenador galés ya había jugado un total de 131. En esta primera etapa sus números fueron 47 victorias-32 empates-52 derrotas. Pero si por algo será recordado es por su segunda etapa, por la que convirtió a su equipo en un estandarte mundialmente reconocido.

Algunos criticaban al equipo por su forma de jugar, otros lo elogiaban y pensaban que un equipo así tenía que existir sí o sí en el fútbol. No había nadie que tuviera una forma de pensar en un punto intermedio, pero si algo era real en este equipo es que englobaban todo aquello que tiene el fútbol y lo que le hizo grande. El equipo de Pulis no escatimaba en jugar con el balón raseando el terreno de juego, preferían divertirse con balones por arriba, corriendo a por el para rematarle de cabeza. El fútbol antiguo, el que se levantó en Inglaterra y fue evolucionando año tras año, en el que los jugadores van a balones divididos como si todo dependiera de ello, donde un despeje puede acabar siendo una clara ocasión de gol en mano a mano con el portero, donde el balón es el protagonista de una historia que nace en el suelo, se desarrolla en el aire y finaliza en el remate de un jugador. Tal era la magnitud del juego de este equipo que si por algo será reconocido es por sus temibles saques de banda laterales, donde los sacadores no hacían un simple saque de banda como cualquier equipo, sino que realizaban un centro al área. En definitiva, el Stoke City se caracterizaba por el juego físico, el balón cuanto más alto mejor y el remate por alto para finalizar las jugadas.

Entrar al Britannia Stadium no era entrar a cualquier lugar para jugar un partido. Pese a los números este estadio, con todo lo que la esencia del equipo que lo representa muestra es uno de los más difíciles de Inglaterra. Los jugadores eran los actores de un estadio que ha degustado el fútbol más antiguo que se podía ver en un fútbol cada día más moderno. Para el recuerdo quedará esta última temporada del entrenador de Wales, no por fantástica o exitosa, pero si por mostrar la esencia de este equipo en tres etapas. La primera etapa fue brillante, en el primer ecuador de la Premier League. El equipo de Pulis consiguió ser derrotado en 3 ocasiones en el primer ecuador, encadenando 10 partidos consecutivos sin perder para cerrar el 2012. La segunda etapa conllevó una caída en el equipo. Con el inicio del equipo toda la buena imagen de equipo sólido se disipó, y el equipo inglés encadenó en 13 partidos 1 victoria y 2 empates, teniendo 10 derrotas en un desastroso comienzo de año que se acabaría alargando demasiado hasta las últimas jornadas. Esto hizo que el equipo se viera con el agua hasta el cuello a final de temporada. En ese momento llegó el tramo final de la temporada, la tercera etapa enseñó a un equipo que se levantó del mal trago, lucho y se sacrificó por mantenerse en la Premier League. Así, en los últimos 5 partidos obtuvo 2 victorias, 2 empates y 1 derrota. Esto hizo que el equipo respirara tranquilo y pudiera salvarse con más problemas de los que hacía ver un primer ecuador fabuloso.

El futuro de Tony Pulis es una incógnita, y el del Stoke City también. No se sabe si seguirán en la línea que han llevado desde que llegó el entrenador galés o si cambiará la forma de entender el fútbol del equipo y la entidad. Si hay algo que nos deja claro todos estos años de este equipo y este entrenador, y es que todos disfrutábamos del Stoke City y lo admirábamos a nuestra manera, todos pensábamos que Tony Pulis era un entrenador que sacaba mucho jugo a su equipo mediante un estilo arcaico. En conclusión, la Premier League echará de menos al Stoke City de Tony Pulis, el equipo que mantenía la esencia del fútbol antiguo en una selva donde cada día el fútbol es más moderno.

Un puesto por Europa

A lo largo de la temporada un equipo se encuentra con muchos tipos de partidos. Pues bien, el Arsenal tiene mañana el partido más importante de su temporada, el todo o nada por un año más para jugar en Europa. Tras estar rondando el cuarto puesto de la tabla de clasificación y los que le rodean a lo largo de toda la Premier League, mañana domingo se juega la última jornada de la temporada en Inglaterra, y el Arsenal tiene ante sí el conseguir el cuarto puesto (como mínimo) una temporada más. El equipo de Wenger, que va por delante del equipo de Andre Villas-Boas con tan solo un punto (70 puntos del Arsenal por 69 del Tottenham) depende de sí mismo para entrar un año más en la Uefa Champions League.

Los números son favorables para el equipo de Arsène Wenger. Desde la temporada 1996/1997 el equipo de Londres ha entrado en la máxima competición europea todas las temporadas. Lo único que ha variado el entrar en UCL ha sido la posición en la que lo han hecho. 16 temporadas consecutivas entrando en puestos esta competición que se dice pronto, no son ninguna tontería. Hay que tener en cuenta que los equipos se han ido equilibrando a lo largo de las temporadas, y que cada vez conseguir un puesto está costando más. Esta temporada el vecino, el Tottenham, es el equipo que ha ido luchando con el Arsenal por conseguir tan preciada posición. Ambos conjuntos han tenido momentos de regularidad y momentos de irregularidad a lo largo de la temporada, pero al final queda que a falta de que se juegue una jornada, la última jornada, el Tottenham está por debajo y si el Arsenal consigue la victoria (y siempre dependiendo de sí mismos pero mirando de reojo lo que haga el Tottenham) el equipo gunner volverá a ser equipo 'champions'.

Si algo ha caracterizado al Arsenal en este último tramo de la temporada ha sido su gran momento, tanto físico como mental. El equipo ha sabido competir a lo largo de toda la temporada para llegar a este momento crucial y decisivo con un estado de forma buenísimo. Así lo confirman los números en Premier League. 9 jornadas consecutivas sin conocer la derrota, con 7 victorias y 2 empates hacen ver el estado en el que llega el equipo para este último partido. Y es que el primer examen ya lo pasaron la jornada anterior ante Wigan Athletic, cuando tuvieron minutos de buen fútbol y minutos donde se mostró que este equipo sabe sufrir pero no deja de luchar. El último partido será ante Newcastle, fuera de casa, en St. James Park ante un equipo que no se juega nada pero que si algo ha demostrado al Arsenal es que siempre da la cara. Todo se presenta de tal manera como que no será fácil. Al otro lado estará el Tottenham jugando ante el Sunderland, luchando por lo mismo.

Las grandes noticias del Arsenal en este último tramo de temporada han sido varias. La recuperación de Koscielny (en cuanto a nivel) ha sido la clave principal. El francés no solo vuelve a mostrarse como el gran central que es, sino que da seguridad a Mertesacker y consiguen cuajar el uno con el otro. Suya es mucha culpa de que en estos últimos 9 partidos el Arsenal solo haya recibido 5 goles en contra. Sigue habiendo dudas en defensa, pero se ha mejorado notablemente. También es importante el nivel de Ramsey. Jugando en una posición que no es la suya al lado de Arteta en el centro del campo, el galés consigue ayudar en la base de la jugada, asociarse con los jugadores de bandas y llegar por el carril central para finalizar jugada, y si eso fuera poco también está haciendo un sacrificio defensivo del que se dudo cuando se le ubicó en esa posición. Su papel a falta de un centro campista de mayor contención puede decirse que está siendo realmente bueno. Por último hay que destacar el papel de Rosicky. Frente a la recaída de Wilshere el jugador checo ha dado un paso adelante y ha vuelto hacer que el aficionado gunner se ilusione con cada jugada que este jugador lleva a cabo. Cada vez que tiene el balón intenta encontrar la mejor solución para el equipo y crear el mayor peligro posible. Ve espacios donde no los ven otros jugadores, y eso era necesario. 3 nombres importantes para un final de temporada importante.

Mañana no se que ocurrirá en el cierre de temporada de Premier League, y de forma más específica en St. James Park. Pero si hay algo que se, y es que este equipo pese a tener todo a favor no se dormirá, y luchará como si les dependiera la vida meterse en UCL. El llegar a Europa no significa para este equipo solamente una obligación que tienen que acabar temporada tras temporada. No es solamente el llegar a un objetivo, es el seguir luchando por un proyecto, por una idea y por su entrenador: Arsène Wenger. Europa es la meta, pero el propio reconocimiento es la satisfacción.

David Moyes, es tu momento

En el fútbol encontramos entrenadores buenos y malos, también encontramos entrenadores conocidos o desconocidos, e incluso hay entrenadores que están por encima o por debajo de sus posibilidades en un equipo. Pero luego encontramos escondidos a un grupo de entrenadores que realizan un buen papel, dan la cara siempre y por una circunstancia u otra no obtienen el premio que merecen. En este último grupo está David Moyes, actual entrenador del Everton que a final de temporada hará las maletas para ser el nuevo entrenador del Manchester United por 6 temporadas, o al menos así lo marca su contrato. Y es que el entrenador escocés es bueno, muy bueno.

Hay muchas cosas que son similares en Sir Alex Ferguson y David Moyes. En primer lugar ambos son escoceses. Uno nacido en Bearsden (David Moyes) y otro nacido en Govan (Alex Ferguson), esto se ve más afianzado si vemos que entre ambos lugares hay una distancia de 6.73 kilómetros. En segundo lugar ambos apoyan al movimiento obrero y siempre se han mostrado más cercanos a la clase obrera, y así lo han hecho ver cuando han podido. También ambos entrenadores comparten carisma, lucha y pensamiento por un objetivo en el terreno de juego: la victoria. Y es que si por algo se caracterizan los dos equipos más ilustres que han dirigido ambos (Everton y Manchester United) es la búsqueda de la victoria mediante el jugar durante los 90 minutos de partido (nunca tirando la toalla). Parece fácil, pero mantener a un equipo activo a lo largo de noventa minutos en el terreno de juego no es sencillo, y ambos lo han conseguido. No menos importante por ser último es que también se caracterizan porque ambos entrenadores, en los dos clubes donde más han triunfado, han aguantado una gran cantidad de años en el banquillo: 28 años Sir Alex Ferguson en Manchester United y 11 años David Moyes en Everton. Si a todo esto le unes que Alex Ferguson tras retirarse pidió expresamente que se contratara a Moyes, entonces hay motivos suficientes para confiar en que ambos comparten muchas cosas, porque tras tantos años uno no elige al azar.

En mayor o menor medida, los 11 años que ha pasado David Moyes en el Everton nos han dejado muchas cosas. No solo ha asentado una mentalidad en el equipo, que es la de intensificar el juego en cada jugada, sino que se ha mantenido pese a que no siempre ha recibido al final de cada temporada lo que el esperaba. Con 516 partidos dirigidos, el entrenador escocés ha visto como su equipo ha obtenido 217 victorias (42,05%), ha tenido un total de 139 empates y ha sido derrotado en 160 partidos. Pero esto del fútbol, para bien o para mal va más allá de las estadísticas, y pese a que los números muestran cosas positivas y son los que pesan, el saber hacer de este entrenador va más allá de ellos. Su mejor temporada en el Everton fue en 2004, cuando consiguió un cuarto puesto en Premier League (acceso de Champions League), pero aún así nunca ha conseguido el merecido trofeo que tendría que recibir desde que entrena al Everton. Y es que el escocés ha recibido en sus 11 años como entrenador toffe el galardón a mejor entrenador del mes en 10 ocasiones y ha sido nombrado mejor entrenador del año en 3 ocasiones (temporada 2002-2003; 2003-2004; 2008-2009). Pero como decimos, su labor ha ido más allá de estos números, y pese a que su equipo no ha ganado nada en todos estos años, ha conseguido establecer una línea en el club que le ha visto crecer como entrenador y como personaje en Inglaterra.

Ahora bien, llega a Manchester, y no solo eso, sino que llega al Manchester United. Podemos decir sin mordernos la lengua que llega al club más histórico de Inglaterra, y que tapar el hueco que ha dejado Ferguson tras tanto tiempo no va a ser nada fácil. Hay un dato positivo en todo esto, y es que su contratación por 6 temporadas hablan del buen carácter de la directiva, dejando entender que quieren seguir con la línea de apoyo que implantaron con Ferguson, esperando que Moyes aguante también durante muchos años y de la cara ante una situación que se presenta complicada. Nadie le va a confirmar que su trabajo vaya a ser bueno, y es más hasta que no se vea a medio plazo su labor todo van a ser disparos al aire. Si algo tienen que depositar en este nuevo entrenador es confianza y aguante (no hay que olvidar que con Ferguson la cosa tampoco comenzó bien, aunque eran situaciones distintas). Si consiguen establecer estabilidad con el nuevo entrenador, tarde o temprano seguramente llegarán los premios, que casualmente es lo que más le falta a Moyes, pero si algo no tiene que demostrar este entrenador es la competitividad que demuestra cada año.

La cuestión es que se ha ido un entrenador que lo ha demostrado todo y va a llegar uno que aún tiene todo por demostrar (al menos en un club grande). Que la gente tenía ganas de ver al entrenador del Everton dirigir a un grande era un hecho. Es más, no sería una barbaridad decir que la espera se ha hecho larga hasta que Moyes se ha establecido en un banquillo de primer nivel mundial. Ahora bien, es posible que las cosas no salgan bien cuando esté de entrenador y tenga al Manchester United ante sí, o que salgan muy bien y nadie se lo espere tampoco. Pero si algo nos ha dejado David Moyes a lo largo de todos los años que le hemos podido ver sentado en un banquillo, y de lo que nadie podrá dudar nunca, es de que este momento se lo merece. Y no es un merecimiento por reconocer una carrera larga, es reconocer el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, la constancia y el conseguir que no conseguir lo que mereces no te haga bajar los brazos y decir basta. Por todo esto y por mucho más, esta es la oportunidad de David Moyes, solo suya, y si algo no podremos esconder todos cuando le veamos en su primer partido con el Manchester United en Old Trafford y dirigiendo a un grande, será esa sonrisa de alegría por ver que alguien ha conseguido lo que merece.

Es Sir Alex Ferguson

Solo han pasado unas horas y el mundo del fútbol no cabe en sí ante tal sorpresa. Sir Alex Ferguson y el Manchester United han anunciado que el entrenador escocés se retirará del fútbol. Al menos se retirará en cuanto a materia de entrenador se refiere. Y es que el carismático entrenador del equipo de Manchester no ha dejado indiferente a nadie desde que se sentó en el banquillo de los red devils. Podía caer mejor o peor al aficionado o al rival, pero si algo dejaba para la conclusión era el buen entrenador que es. Su llegada al equipo que es hoy en día puntero en Inglaterra no fue un camino lleno de flores, y si el Manchester United le debe algo a Ferguson hoy en día, es que puedan estar en la posición tan alta que ocupan en el fútbol mundial.

Si hay algo que ha caracterizado a este entrenador, ha sido su saber hacer. Con 27 años en el Manchester United, ha sabido reciclar al equipo cada vez que era necesario, y conseguir que las plantillas que iba teniendo consiguieran continuar cosechando títulos. Se podría decir que Alex Ferguson ha copado en su club más de una etapa, y mientras los ciclos se cerraban y abrían y los años seguían pasando, el escocés seguía ganando partidos y luchando por los títulos que se iba marcando el equipo inglés. Ni más ni menos que 1498 partidos ha dirigido el técnico con el Manchester United, en los cuáles ha obtenido 894 victorias (59,68% del total de partidos), ha empatado 337 y ha perdido 265. Si a esto le unimos que el total de goles que ha marcado el Manchester United ha sido de 2762 y ha encajado 1359 descubrimos que si algo ha caracterizado a su equipo ha sido una solidez que muy pocos equipos podrían demostrar durante tantos años.

Además de esto, Ferguson siempre ha tenido que lidiar con jugadores de gran calibre como Beckham, Roy Keane, Ferdinand...y muchos más, pero sobre todo será recordado por el nivel que ha conseguido llegar con Scholes, Giggs, Cantona, Cristiano Ronaldo y el desarrollo que ha realizado con Rooney para que cada día sea lo más parecido a un futbolista total. Siempre ha mostrado liderazgo para tratar a grandes estrellas, y siempre ha tenido mano dura para que estos siguieran el buen camino para estar en la cúspide de los futbolistas mundiales. Ferguson ha sido más que un entrenador en el Manchester United, y eso es lo que ha hecho posible que haya desarrollado un equipo que con el paso de los años ha ido subiendo para estabilizarse en la élite mundial, pese a los problemas que pueden surgirles año tras año.

Con el anuncio de su retirada, el fútbol no solo pierde un personaje especial, sino que pierde al vivo ejemplo de lo que es el fútbol y como se vive. El fútbol mundial y en especial el inglés pierde un mito que con el paso de los años agrandará su sombra y nos hará ver lo que hemos vivido con él. Tal vez por unas u otras cosas no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que se marcha, y cuando se marcha solo nos quedarán los recuerdos de todo lo que vivimos con alguien que se hizo importante a base de esfuerzo y constancia.  Tal vez la "sencillez" de su trabajo es lo que haya hecho que se nos haya pasado tan rápido este tiempo, y es por esto que siempre se le recordará como una leyenda en todos los sentidos, hasta pronto Sir Alex Ferguson.

Pisar sobre vacío

En el fútbol hay derrotas y derrotas. Todas ellas tienen en cierta manera una conclusión similar, pero hay algunas que son más dolorosas que otras. Cuando tu equipo pierde puede ser sinónimo de muchas cosas, pero en todas ellas se deja pasar una oportunidad para dar un paso hacia delante. En el caso del Wigan Athletic la derrota de esta noche es un duro palo, durísimo. El equipo de Roberto Martínez, en plena lucha por no descender, veía en su partido ante el Swansea una vía de escape ante la salida de los puestos que cubren el descenso. Tal vez por A o por B, este año los latics están viendo como salir de las últimas posiciones y acabar consiguiendo la permanencia está siendo demasiado duro. El DW Stadium sabía de la importancia del partido, y de esta manera con nerviosismo y apoyo fueron a ver como el Wigan Athletic, una vez más, jugaba una final contra el rival y contra si mismos.

Según comenzaba el partido y se desarrollaba el primer tiempo, pocas personas podrían augurar cual sería su desenlace. Y es que el Wigan Athletic a lo largo de esta temporada está dejando cosas dignas de admirar, tanto a nivel individual de sus jugadores como a nivel colectivo del equipo. La lucha de Shaun Maloney y el como se echa al equipo a las espaldas. la estelar aparición de Callum McManaman para ayudar a sus compañeros a pensar que la permanencia es posible y llegar a una final de FA Cup. El temple de James McCarthy como medio centro, mostrando el gran futuro que le depara el fútbol. Y ante todo la cordialidad, entrega y lucha de su entrenador, Roberto Martínez. Y es que el equipo de fútbol, acaparado por el equipo de Rugby, desde hace ya algunas temporadas viene mostrando la misma imagen, la de llegar al final para acabar permaneciendo sufriendo. Justo o injusto, el equipo siempre acaba salvando los papeles y su entrenador (muy bueno) siempre acaba cumpliendo el objetivo primordial: la permanencia. Esta temporada todo se ha torcido para ellos. Las lesiones, los malos resultados y el sentir no es el mismo, y eso se nota en el equipo cuando juegan. Nivel tienen de sobra para conseguir salvarse, pero las sensaciones no son las mismas que otros años.

En su partido en casa frente al Swansea, los fallos defensivos y el nerviosismo de la situación es lo que les ha condenado a perder por 2-3. Hay una imagen que resume perfectamente el sentimiento del equipo, y es que en el minuto 76 tras una cadena de errores Tiendalli hacía gol para el Swansea. Los jugadores del Wigan en aquel momento eran enfocados, la mayoría cabizbajos, no creyendo en lo que podían hacer lo que restaba de partido, casi derrotados y con la sensación de que era mejor tirar la toalla. Si algo ha tenido este equipo desde que se juegan todo por el todo en las rectas finales de temporada es corazón, un corazón que tienen que mostrar ahora más que nunca. El fin de semana se enfrentan al Arsenal en el Emirates Stadium (a los que ya ganaron la temporada pasada en una situación similar), y juntando esa jornada les quedará 2 partidos de Premier League por disputar (el otro en una jornada final de muerte ante Aston Villa) . A tres puntos para alcanzar al equipo que tienen arriba (ellos 35 puntos-Newcastle 38 puntos), el equipo de Roberto Martínez tiene la misión de conseguir despertar y alcanzar lo que han conseguido temporadas atrás. ¿Es complicado? Sí. ¿Es imposible? No. Todo pasa por el partido del fin de semana ante el Arsenal, y este equipo ya nos tiene acostumbrados a estas machadas (no tan drásticas, pero si similares) , y se puede decir con total seguridad que no darán la espalda a la permanencia, porque así lo han hecho durante todos estos años y así lo seguirán haciendo.