Mi primer recuerdo de un partido entre Manchester United y Real Madrid se da en Old Trafford, en la temporada 2002/2003 con el famoso hat-trick de Ronaldo Nazario. Desde aquel partido han pasado ya diez años de esa eliminatoria. Una eliminatoria vibrante, emocionante, intensa, de nivel. El destino ha querido ser caprichoso, y ha hecho que en los octavos de final de UCL estos dos equipos se vuelvan a enfrentar por un pase a los cuartos de final. En aquel año el partido quedó 4-3 para el Manchester United en su campo, pese a esto, el equipo inglés no supero el pase (6-5 en el global). Hoy, el Santiago Bernabéu da comienzo a una eliminatoria que va de la mano de una rivalidad de dos equipos históricos.
Ambos equipos, desde el inicio de la temporada hasta el presente han tenido una línea ascendente. Si bien es cierto que el Manchester United nunca le ha perdido la cara al liderato de la Premier League, el equipo de Ferguson llega con las ideas mucho más claras y con algunos de sus jugadores a un nivel fantástico. Estos son el caso de Van Persie (24 goles y 7 asistencias en lo que va de temporada) y Rooney (15 goles y 9 asistencias en lo que va de temporada). El inglés está pasando por el mejor momento de su carrera posiblemente. Ha pasado de ser un jugador de ataque a convertirse en un futbolista total, y es que es un enlace entre el centro del campo y la línea de ataque. De su intervención con la pelota dependerán en gran parte las opciones de su equipo. Esto, unido al asentamiento de Cleverly-Carrick en el centro del campo hace que el equipo de Manchester sepa que el mantener compacto al equipo y salir en transiciones ofensivas rápidas sea primordial en su juego. Posiblemente no sea el Manchester United más bonito que hemos visto en los últimos años, pero Ferguson sabe como sacar el máximo rendimiento a sus jugadores en noches como la de hoy. Para el equipo inglés conseguir marcar hoy y salir vivo del campo de su rival es algo grabado a fuego.
El Real Madrid por su parte llega a este enfrentamiento con mejoras, tanto en juego como mentalidad. De la mano de un Cristiano Ronaldo estelar (30 goles y 5 asistencias en lo que va de temporada), el equipo de José Mourinho se enfrenta a un reto de todo o nada para seguir al pie del cañon en una temporada donde Europa mostrará las cartas del equipo blanco. Además de esto, el nivel de Özil viniendo de menos a más a lo largo de la temporada, hace que el trabajo del alemán sea primordial para romper las líneas de los red devils. El equipo español tendrá en su defensa y los movimientos de los de arriba los mejores aliados para hacer daño a un Manchester United que está recibiendo un mayor número de goles que en las temporadas pasadas. Clave la defensa de centrales que salga, donde Pepe-Varane-Sergio Ramos (los que compongan la pareja) tendrán la misión de parar a los atacantes de su rival y mostrar una solidez ante un equipo que está presentando una gran pegada esta temporada. En Cristiano Ronaldo se verán reflejadas un gran número de oportunidades para su equipo. Pasando por el mejor momento de su carrera, el portugués necesita hoy sacar su mejor repertorio de movimientos para hacer daño a su ex-equipo. La intensidad y velocidad de movimientos es algo clave en el ataque del Real Madrid para hacer daño al equipo de Ferguson.
El Santiago Bernabéu presenciará hoy uno de esos partidos que hacen tan grande a esta competición, de esos que hacen ver por qué estamos ante la mejor competición de clubes del mundo, de las noches mágicas de Europa que nos dejan recuerdos para toda la vida. Real Madrid y Manchester United no solo jugarán un partido de fútbol, sino que mantendrán un pulso por una rivalidad entre dos históricos, que más allá del resultado que se acabe dando medirá las posibilidades de uno y otro equipo de cara al futuro, a un futuro que esperan con expectación.