Como
si de un encaje de bolillos se tratara, David Moyes vive en un constante hacer
y deshacer para dar con la clave que haga que su equipo muestre una constante
positiva. Actualmente, ni las herramientas son las idóneas, ni la estructura
sobre la que se sustenta el Manchester United ayuda a que todo sonría. La
derrota en FA Cup del club de Manchester fue un síntoma más de la inestabilidad
que hay jornada tras jornada en los red devils. Difícil predecir el futuro del
equipo. Mientras tanto Moyes sigue tejiendo algo que día tras día siembra más
dudas.
El
club pasa por una crisis por la que no pasaba desde hacía años, y es que tras
el retiro de Sir Alex Ferguson las cosas no han salido según lo que se
esperaba. A la mala gestión de los fichajes por parte del club/Moyes, hay que
unir el tira y afloja en el juego del equipo. Centrándonos en estos dos
aspectos, en el mercado de fichajes de verano el equipo no fichó en base a las
necesidades de la plantilla. El club cerró en el último momento a Fellaini, un
jugador al que Moyes había hecho jugar por delante de los centrocampistas en el
Everton, y que llegaba al Manchester United con una labor muy distint. Se
esperaba que el jugador belga fuera el eje del centro del campo, y que se complementara
con Carrick en la organización del equipo, quitando bastante peso al jugador
inglés. También encontramos la poca constancia en el juego de Moyes, o al menos
la falta de ideas del entrenador y su equipo. Cuando un partido se le tuerce a
los jugadores y tienen que anteponerse a las adversidades, suelen fallar. El
equipo además no se siente a gusto dominando los partidos con el balón, algo
que les está tocando hacer esta temporada, y que no están sabiendo superar. A
esto hay que unir que en muchas ocasiones los cambios no son los idóneos para
que el equipo. David Moyes lanzó un mensaje a los aficionados diciendo que
había pocas probabilidades de que llegaran refuerzos en invierno. Si los
fichajes fallan y el sistema falla, la conclusión es que el conjunto falla.
A
esto hay que unir la poca suerte que está teniendo el club de Manchester con
las lesiones, donde está presentando una constante baja en sus mejores
jugadores. Todo esto agrava la situación del equipo, y pese a que de vez en
cuando surge algún jugador que saca las castañas del fuego, no es suficiente
para que los de Moyes alcen el vuelo. A las malas sensaciones del equipo, la
falta de rendimiento de los jugadores y las lesiones hay que sumar los malos
resultados del equipo en casa. El Manchester United ha perdido a estas alturas
más partidos que en cualquier otra temporada mirando desde la 1999/2000 en
Premier League. La mala sensación en casa es algo que se extrapoló en FA Cup,
donde cayeron derrotados frente al Swansea. Algo sorprendente si tenemos en
cuenta que Old Trafford es uno de los campos más complicados del fútbol inglés.
Esta temporada en Premier League el Manchester United se encuentra en la
undécima posición mirando los resultados a domicilio: 4 victorias-2 empates-4
derrotas son unos números que ponen en el punto de mira al equipo de
Manchester. Para que cambie la situación, los resultados a domicilio tienen que
mejorar.
David
Moyes tiene un contrato de 6 temporadas con el Manchester United (hasta 2019).
Una vez se anunció el retiro de Sir Alex Ferguson y se nombró al ex-entrenador
del Everton sucesor de este, el exitoso entrenador escocés pidió a la afición
que tuvieran paciencia con él, que le dieran tiempo y confianza (en estas
palabras seguramente se vio reflejado SAF, con quién tuvieron confianza pese a
su mal inicio en el club). Parece que la afición está confiando en él y le está
dando tiempo, aunque cada vez sea mayor la frustración con los resultados del
equipo. Habrá que ver cuánto aguante tienen los propietarios del club, los
Glazer, con el entrenador escocés. En el Everton David Moyes demostró que con
tiempo puede sacar un gran rendimiento de una plantilla, y aunque el Manchester
United está pasando por una crisis que pone en duda su labor, solo el tiempo
nos acabará dando el resultado de esta etapa. Mientras tanto, David Moyes
seguirá buscando las herramientas que le ayuden a hacer su encaje de bolillos.