Si comenzamos a fijarnos desde la eliminatoria frente al Wigan Athletic, la del Bradford es una historia llena de sensaciones, momentos e ilusión por alcanzar un reto que poco a poco se ha ido convirtiendo en un sueño. Aquel partido acabó 0-0 después de jugar 120 minutos, y se tuvo que resolver en la tanda de penaltis, donde el pequeño equipo de West Yorkshire acabó llevándose la victoria 4-2. Pero más allá de eso, se comenzaban a escribir las páginas sobre una hazaña histórica de un equipo que caminaba agarrado a la ilusión de una afición que le seguiría hasta el final.
El equipo del Bradford se encuentra en la League 2 (cuarta división inglesa). Su posición en la tabla de clasificación es la número 11, con 11 victorias-7 empates-9 derrotas. 38 goles a favor y 35 en contra demuestran la dificultad que tiene un equipo como el suyo conseguir llegar a las posiciones altas, incluso a las de Promoción de Play-Off, que son de la posición número 7 a la posición número 4. Pese a esto, el equipo ha conseguido centrarse en la League Cup, donde pese a los enfrentamientos, nunca se han rendido para conseguir la meta que querían. Un equipo, una ilusión y un sueño que cumplir.
El segundo encuentro de nivel fue frente al Arsenal de Arsène Wenger. En aquel partido, el equipo gunner venía sumido en un bache por malos resultados, por lo que salieron con un once digno de un partido importante. Aquel día (11 diciembre de 2012), Valley Parade (estadio del Bradford), presenciaría uno de los mayores hitos históricos en el fútbol inglés. El partido en este caso acabaría 1-1 después de 120 minutos. Los locales comenzarían adelantándose pero breves instantes antes de acabar el partido Vermealen (minuto 87) empataría el partido para ir a la prórroga. Todo esto, apagó en cierta forma al equipo, que pudo ser eliminado en los 30 minutos adicionales después del 90, pero la historia no quiso que eso acabara así. Llegaron los penaltis, y Vermaelen, que había sido el corazón del Arsenal, falló su penalti para que el pequeño equipo de Yorkshire consiguiese el pase a las semifinales.
En las semifinales se enfrentaría al Aston Villa (esta eliminatoria ya sería a doble partido), equipo que tenía ante si la oportunidad de dejar de lado los malos resultados obtenidos en la Premier League, para conseguir llegar a la final de la League Cup. Pero la historia volvió a ser caprichosa, y el 8 de enero de 2013, Valley Parade volvió a ser testigo de hasta que lugar podía llegar su equipo. Aquel partido, que era la ida de la eliminatoria, acabó 3-1 para el Bradford. El saber optimizar los recursos del equipo hizo posible la victoria en este partido, donde no cedieron nunca. Villa Park sería de esta manera el juez que sentenciase hasta que momento podía seguir soñando esta afición y este equipo.
6.000 aficionados han presenciado a día 22 de enero de 2013 la cita histórica de su equipo. El Bradford se presentaba en el campo del Aston Villa con la idea de aguantar el resultado tan valioso que habían sacado en casa. The villans sacaba todo su arsenal para conseguir una victoria que les hiciese optar a algún título. El partido comenzó de cara para los locales. Tanto es así que Benteke (mejor jugador de su equipo) consiguió que se adelantaran en el marcador y pudieran soñar con la machada. El primer tiempo de los locales fue bueno, y pudieron hacer más de un gol. Pero la mística del encuentro nos volvió a dejar claro que cuando todo parece tener un camino, este varía y hace que el final sea el más emotivo. Así, James Hanson en el minuto 55, tras el descanso, hacía gol y empataba el partido. Esto cambió al Aston Villa por completo, que necesitaba dos goles para no caer eliminado. El partido acabó 2-1 para el Aston Villa, pero 4-3 en el global de la eliminatoria para el Bradford. De forma oficial el Bradford jugaría la final de Wembley para ganar la League Cup. "Bradford City go to Wembley" cantaban sus aficionados en Villa Park.
Mañana se jugará el Swansea - Chelsea, por lo que este pequeño equipo sabrá su rival por el preciado trofeo. La hazaña de este equipo ha sido histórica, sorprendiendo a todo el fútbol inglés y demostrando por qué es un fútbol tan bonito, donde no siempre ocurre lo más lógico. Así, un pequeño equipo de West Yorkshire llamado Bradford, ha conseguido que los sueños a veces lleguen a cumplirse, y que lo bonito del fútbol siempre se encontrará en las pequeñas cosas que le hacen tan grande.