martes, 22 de enero de 2013

Bradford, mucho más que un sueño

Si comenzamos a fijarnos desde la eliminatoria frente al Wigan Athletic, la del Bradford es una historia llena de sensaciones, momentos e ilusión por alcanzar un reto que poco a poco se ha ido convirtiendo en un sueño. Aquel partido acabó 0-0 después de jugar 120 minutos, y se tuvo que resolver en la tanda de penaltis, donde el pequeño equipo de West Yorkshire acabó llevándose la victoria 4-2. Pero más allá de eso, se comenzaban a escribir las páginas sobre una hazaña histórica de un equipo que caminaba agarrado a la ilusión de una afición que le seguiría hasta el final.


El equipo del Bradford se encuentra en la League 2 (cuarta división inglesa). Su posición en la tabla de clasificación es la número 11, con 11 victorias-7 empates-9 derrotas. 38 goles a favor y 35 en contra demuestran la dificultad que tiene un equipo como el suyo conseguir llegar a las posiciones altas, incluso a las de Promoción de Play-Off, que son de la posición número 7 a la posición número 4. Pese a esto, el equipo ha conseguido centrarse en la League Cup, donde pese a los enfrentamientos, nunca se han rendido para conseguir la meta que querían. Un equipo, una ilusión y un sueño que cumplir.

El segundo encuentro de nivel fue frente al Arsenal de Arsène Wenger. En aquel partido, el equipo gunner venía sumido en un bache por malos resultados, por lo que salieron con un once digno de un partido importante. Aquel día (11 diciembre de 2012), Valley Parade (estadio del Bradford), presenciaría uno de los mayores hitos históricos en el fútbol inglés. El partido en este caso acabaría 1-1 después de 120 minutos. Los locales comenzarían adelantándose pero breves instantes antes de acabar el partido Vermealen  (minuto 87) empataría el partido para ir a la prórroga. Todo esto, apagó en cierta forma al equipo, que pudo ser eliminado en los 30 minutos adicionales después del 90, pero la historia no quiso que eso acabara así. Llegaron los penaltis, y Vermaelen, que había sido el corazón del Arsenal, falló su penalti para que el pequeño equipo de Yorkshire consiguiese el pase a las semifinales.


En las semifinales se enfrentaría al Aston Villa (esta eliminatoria ya sería a doble partido), equipo que tenía ante si la oportunidad de dejar de lado los malos resultados obtenidos en la Premier League, para conseguir llegar a la final de la League Cup. Pero la historia volvió a ser caprichosa, y el 8 de enero de 2013, Valley Parade volvió a ser testigo de hasta que lugar podía llegar su equipo. Aquel partido, que era la ida de la eliminatoria, acabó 3-1 para el Bradford. El saber optimizar los recursos del equipo hizo posible la victoria en este partido, donde no cedieron nunca. Villa Park sería de esta manera el juez que sentenciase hasta que momento podía seguir soñando esta afición y este equipo.

6.000 aficionados han presenciado a día 22 de enero de 2013 la cita histórica de su equipo. El Bradford se presentaba en el campo del Aston Villa con la idea de aguantar el resultado tan valioso que habían sacado en casa. The villans sacaba todo su arsenal para conseguir una victoria que les hiciese optar a algún título. El partido comenzó de cara para los locales. Tanto es así que Benteke (mejor jugador de su equipo) consiguió que se adelantaran en el marcador y pudieran soñar con la machada. El primer tiempo de los locales fue bueno, y pudieron hacer más de un gol. Pero la mística del encuentro nos volvió a dejar claro que cuando todo parece tener un camino, este varía y hace que el final sea el más emotivo. Así, James Hanson en el minuto 55, tras el descanso, hacía gol y empataba el partido. Esto cambió al Aston Villa por completo, que necesitaba dos goles para no caer eliminado. El partido acabó 2-1 para el Aston Villa, pero 4-3 en el global de la eliminatoria para el Bradford. De forma oficial el Bradford jugaría la final de Wembley para ganar la League Cup. "Bradford City go to Wembley" cantaban sus aficionados en Villa Park.

Mañana se jugará el Swansea -  Chelsea, por lo que este pequeño equipo sabrá su rival por el preciado trofeo. La hazaña de este equipo ha sido histórica, sorprendiendo a todo el fútbol inglés y demostrando por qué es un fútbol tan bonito, donde no siempre ocurre lo más lógico. Así, un pequeño equipo de West Yorkshire llamado Bradford, ha conseguido que los sueños a veces lleguen a cumplirse, y que lo bonito del fútbol siempre se encontrará en las pequeñas cosas que le hacen tan grande.


miércoles, 9 de enero de 2013

Brasil, ¿cómo en casa en ningún sitio?

La vuelta de Alexandre Pato al fútbol brasileño de la mano de Corinthians (actual campeón del mundo de clubes), me ha hecho reflexionar un poco sobre la situación que viven muchos de los brasileños que llegan a Europa, y que por una razón u otra acaban volviendo a su país más pronto que tarde para buscar de esta manera en casa la corona triunfal que no han conseguido en el viejo continente.


La del ex-jugador del Milan es otra de tantas historias de amor por el fútbol, donde un futbolista con inmenso potencial, pasa sin pena ni gloria por un club europeo y vuelve a su país para conseguir recuperar el nivel perdido (o llegar al nivel que apuntaba) y poder ir con la selección en los distintos enfrentamientos que tenga. Las constantes lesiones que ha sufrido en los últimos años, jugando 25 partidos desde la temporada 2011-2012 hasta el mercado invernal de la 2012-2013 han hecho que lo mejor para el club que apostó por él y para el propio jugador sea volver a casa, a Brasil. 

La de Pato es una de esas incógnitas de por qué no llegó su adaptación al fútbol europeo. Potencial, calidad y cualidades tenía el jugador brasileño para triunfar en Europa, pero la falta de adaptación física le acabó pasando factura, y hoy vuelve a Brasil con la misión de recuperar todo el tiempo perdido. Todo esto se ve desde un punto de vista más importante debido al contexto de la situación. Queda poco tiempo para que Brasil protagonice el Mundial de 2014, y la vuelta a la liga doméstica de este país, después de que los seleccionadores miren mucho a casa, es un aliciente para hacerse un hueco en la selección canarinha, sobre todo si miramos la cantidad de jugadores utilizados por los seleccionadores que juegan en Brasil y por la falta de delanteros en potencia para vestir la verde-amarela.


Si miramos al presente, no hay pocos jugadores que hayan mostrado interés en volver a su país para jugar al fútbol. Ejemplo de ello son el caso de Nené (jugador PSG) y Robinho (jugador Milan), los cuales se han visto tentados por equipos como Santos o Flamengo para volver a jugar a casa, en una competición que va hacia arriba cada temporada. Pero no quedan muy atrás los casos que más han sonado dentro del fútbol brasileño en su salida-retorno del país que les descubrió: Ronaldinho (jugador Atlético Mineiro) y Adriano (ex-jugador Inter de Milan). Ambos jugadores, llamados a marcar una época, tuvieron en Europa una distinta historia, lo mismo que en su vuelta a Brasil. Hay una cosa que a ambos jugadores les une, y es su dejadez a la hora de ser futbolistas para seguir en la élite del fútbol en Europa. El primero, tras demostrar un nivel altísimo en un corto periodo de tiempo estando en la élite del fútbol, se dejó llevar por la buena vida y hoy en día sigue dando espectáculo en el Atlético Mineiro, donde sigue dejando destellos de lo que un día fue. El segundo, llamado a ser el sucesor de Ronaldo y marcar época en el fútbol mundial, dio pequeñas pinceladas en Europa de lo que podía ser. Pero se vio marcado por el fallecimiento de su padre. Esto le hizo volver a Brasil, pasando por Sao Paolo, Flamengo, Corinthians con más pena que gloria, en intentos fallidos por demostrar quien es. Desde aquel trágico suceso no ha vuelto a ser el mismo. Su carrera acabó prácticamente en 2008, con 25 años. Hoy en día hay gente que aún seguimos esperando que de parte de aquello que prometía ser.

No todo son historias de vuelta, hay jugadores brasileños como Ronaldo, Roberto Carlos o Gilberto Silva que han triunfado en este continente. Pero más allá de ellos, la historia nos deja grandes talentos que vuelven a casa más pronto que tarde. Explotado o no, ese talento siempre nos acaba dejando un sabor de boca a poco, queriendo saber que habría ocurrido si hubiesen durado más en la élite mundial o se hubiesen adaptado físicamente. Berlusconi declaró que Pato volverá al Milan en un año. Todo ese tiempo que tenga dará para muchas cosas, y marcará la pauta de hasta donde puede llegar un jugador que estaba llamado a maravillar al mundo entero. Mientras, en Europa seguiremos esperando a que llegue aquel jugador brasileño que nos maraville como tantos otros parecía que lo harían.